Hay momentos en los que, como diseñadores instruccionales, debemos trabajar con guiones que no son precisamente sobre el tema más divertido o interesante desde nuestro punto de vista.
O de repente recibimos un mensaje de parte de un cliente devolviendo los últimos guiones sobre los cursos que han convenido con la empresa para la que laboramos… y ¡oh sorpresa! Vienen repletos de observaciones y notas, solicitudes de modificación o de eliminar lo que tanto trabajo con costó diseñar.
El botón interno de la desmotivación está encendido y, como diseñador Instruccional te miras incapaz de apagarlo.
Una pregunta común ha cruzado varias veces por la mente de todos quienes trabajamos en proyectos eLearning: ¿Qué estoy haciendo aquí? Invertimos gran parte de nuestro tiempo analizando modelos teóricos sobre el aprendizaje y enseñanza en línea, imaginando las mejores estrategias para motivar a los estudiantes en línea, investigando, buscando ser más creativos pero… ¿quién se encarga de buscar las mejores estrategias para mantener motivados y felices al equipo de Diseño Instruccional?
No hay que mencionar las condiciones en las que un DI hace su trabajo, las incontables horas que pasa frente a la pantalla y haciendo cosas que pocas personas comprenden, a veces tomando en sus manos las responsabilidades y tareas de otros especialistas y, lo peor, trabajando con un contenido muy “frío”.
Sin embargo existe el compromiso y amor por la Educación y el aprendizaje. Por lo que en esta entrada veremos algunos consejos que encontré en el blog TheeLearningCoach y que invitan a continuar con entusiasmo la labor de Diseñador Instruccional.
O de repente recibimos un mensaje de parte de un cliente devolviendo los últimos guiones sobre los cursos que han convenido con la empresa para la que laboramos… y ¡oh sorpresa! Vienen repletos de observaciones y notas, solicitudes de modificación o de eliminar lo que tanto trabajo con costó diseñar.
El botón interno de la desmotivación está encendido y, como diseñador Instruccional te miras incapaz de apagarlo.
Una pregunta común ha cruzado varias veces por la mente de todos quienes trabajamos en proyectos eLearning: ¿Qué estoy haciendo aquí? Invertimos gran parte de nuestro tiempo analizando modelos teóricos sobre el aprendizaje y enseñanza en línea, imaginando las mejores estrategias para motivar a los estudiantes en línea, investigando, buscando ser más creativos pero… ¿quién se encarga de buscar las mejores estrategias para mantener motivados y felices al equipo de Diseño Instruccional?
No hay que mencionar las condiciones en las que un DI hace su trabajo, las incontables horas que pasa frente a la pantalla y haciendo cosas que pocas personas comprenden, a veces tomando en sus manos las responsabilidades y tareas de otros especialistas y, lo peor, trabajando con un contenido muy “frío”.
Sin embargo existe el compromiso y amor por la Educación y el aprendizaje. Por lo que en esta entrada veremos algunos consejos que encontré en el blog TheeLearningCoach y que invitan a continuar con entusiasmo la labor de Diseñador Instruccional.
- Ante los perversos propósitos financieros o comerciales, las metas irreales que a menudo establecen directivos para los proyectos de desarrollo eLearning, el diseñador Instruccional no debe perder el piso y volverse: El Abogado y defensor de los estudiantes en línea.En el ambiente educativo casi siempre los “malos” – por así llamarlos ya que no siempre es intencional serlo – son los estudiantes. Los profesores libran batallas diarias por conquistar a los estudiantes y que ellos mismos encuentren el valor del aprendizaje. Los resultados de esas “batallas” casi siempre son muchas bajas y pérdidas: Enojo, deserción, desmotivación… y no solamente del bando de los estudiantes, sino también del profesorado.Recuerda siempre que, a pesar de toda esa organización, metas comerciales, o planes de estudio el espectador principal de lo que diseñas es el estudiante.
- Todo curso o unidad de aprendizaje en línea tiene un fin. Sea cual sea ese propósito general la cuestión es que busca lograr algo en la mejora de, si, los estudiantes y sus experiencias de aprendizaje. No se trata de tu trabajo, sino de que lo que estás diseñando habrá de tener impacto en la vida de alguien, ya sea en su trabajo, es la escuela o en el día a día. Si lo vemos desde esa perspectiva debemos de sentir un gran orgullo por nuestra labor.
- Involúcrate en alma y corazón hasta encontrar el lado interesante. Lo común es que no todos los temas sean de nuestro interés personal, sin embargo con una actitud diferente podremos encontrar que todo bajo el sol tiene su lado atractivo e interesante para aprender. Busca diferentes perspectivas, diferentes niveles de especialización, conexiones y relación con otros temas que tal vez no imagines que se relacionan con el original. La creatividad es resultado de una mente abierta, observadora, inquieta y curiosa… y justamente lo que debe distinguir a un buen Diseñador Instruccional.
- En los zapatos del estudiante en línea… y del asesor en línea también. La empatía es una de las características del DI: imaginar o tratar de visualizar todo lo que va a experimentar el estudiante al estar inscrito en el curso. ¿Las actividades pesadas con una infinita cantidad de tareas son las favoritas? ¿Calificar 200 ensayos será algo agradable si eres asesor en línea? Entonces ya vamos comprendiendo de qué trata esto de la empatía.
- Piensa visualmente: Hay diseñadores instruccionales con experiencia en diseño gráfico y con los conocimientos y habilidades de un verdadero artista para crear un gran impacto con las pantallas que diseñan. ¿Qué hacer cuando no somos precisamente herederos de Picaso o da Vinci? Piensa en figuras geométricas, esquemas y diagramas de flujo para acomodar el contenido, organizadores para hacer más interactiva la presnetación en pantalla.
- Retos interesantes al estudiante: la sal y pimienta de los cursos en línea. No implica mucho reto seguir instrucciones tan complejas como: Haz clic en la flecha para continuar con tu lectura. Si nuestros diseños se convierten en pasapáginas estamos logrando que el estudiante...o se aburra o deserte. La resolución de problemas, rallies virtuales o seguimiento de pistas, así como análisis de casos con opciones varias de respuesta pueden hacer de un curso en línea una grata e interesante experiencia.
- Si alguien ya lo diseñó...Al pendiente de lo creado o diseñado por otros. Esto no para sabotear o plagiar los trabajos de diseñadores instruccionales en otros proyectos eLearning, sino para enriquecer los nuestros, probar nuevas formas y estrategias de presentación del contenido, otros criterios de calidad o lineamientos de diseño, e incluso de procesos de desarrollo más eficientes.
- Forma parte de una comunidad de profesionistas del aprendizaje y la educación. Sobre todo con miembros que trabajen o tengan experiencia en eLearning, docencia en línea, diseño instruccional o gestión de proyectos eLearning. También quienes han administrado sistemas o universidades en línea pueden apoyarte compartiendo sus experiencias.
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